13 diciembre 2010

Y entonces se me erizó la piel

Aparte de algunas situaciones personales, solo recuerdo dos sucesos que han hecho que se me erice la piel en los últimos cuatro años. El primero fue el pasado 15 de septiembre en la plaza Sant Jaume de Barcelona. Ahí, reunidos un monton de mexicanos, cantamos el himno nacional y le rendimos honores a a la bandera. Fue un momento muy emotivo que continuó con un desfile más o menos improvisado que encabezaron los mariachis por las calles del barrio gótico hasta la rambla de Catalunya y de ahí hacia la plaza Reial, hermananda (lo que sea que signifique) con la plaza Garibaldi de la ciudad de México
En ese recorrido los turistas se dieron vida tomándo fotos y videos a los "mecsicanous" (dicho en acentos representativos de todos los continentes) que iban por las calles cantando con mariachis y bebiendo tequila.


Esta señora se coló en el desfile, y teníamos que abrirle paso para que no se pusiera pesada

El segundo suceso fue ayer (12 de diciembre) cuando al final de la misa dominical toda la iglesia le cantó a la Virgen de Guadalupe "Desde el cielo una hermosa mañana". Esta fecha habría pasado desapercibida en Castelldefels, de no se por un grupo de mexicanas revoltosas (dicho sea con cariño) que ha animado, los últimos dos años, a los sacerdotes y a la comunidad a celebrar esta fecha de una forma especial. El año pasado hubo hasta una "sesión informativa" sobre lo que sucedió un 12 de diciembre en el cerro del Tepeyac.
Aunque creo que  los mexicanos eramos minoria en ambas ocasiones, todos los presentes le cantaron a la Virgen morena, a petición del párroco por supuesto. Y estar ahí, cantando y escuchando aquella canción lejos de mi país, me dió una sensación tan agradable como nostálgica a la vez.

En fin... ya falta menos

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